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19 feb 2016
13 dic 2015
Feliz Cumple Amy!
Feliz Primer cumpleaños mi princesita
Llegaste a alegrar la vida de tus papis y de toda la familia el 9 de Diciembre.
20 nov 2015
6 jun 2015
Trastorno bipolar en los niños
El trastorno bipolar es una alteración del estado de ánimo que se caracteriza por la transición de episodios maníacos y depresivos de forma cíclica. Por lo general, suele manifestarse en las personas adultas con una frecuencia de entre un 1 y 2%. Sin embargo, hace algunos años también se reconoció su existencia en la edad infantil.
Desgraciadamente, en la mayoría de los casos el diagnóstico tarda en llegar ya que el trastorno bipolar infantil se suele confundir con alteraciones como el TDAH, los problemas de conducta y la depresión. Al no arribar a un diagnóstico, los síntomas se van acentuando con el paso del tiempo ya que no se logra aplicar el tratamiento adecuado. Por eso, los especialistas recomiendan que los padres se mantengan al tanto de cualquier cambio en el comportamiento de sus hijos.
Los signos que delatan a un niño con trastorno bipolar
Existen diferentes motivos por los que un niño con un trastorno bipolar suele ser llevado a una consulta de psicología: el fracaso académico, un intento suicida, los problemas con la justicia, el abuso de drogas o un comportamiento sexual demasiado activo para su edad. Si el profesional no tiene experiencia con este tipo de trastornos, es probable que se centre en el problema y no detecte el trastorno bipolar.
Además, el diagnóstico se complejiza aún más porque es normal que en los niños aparezcan cambios de humor repentinos ya que aún no ejercen un buen control sobre sus emociones y conductas. Por eso, muchos padres incluso pasan por alto mencionar síntomas como el retraimiento o la irritabilidad.
No obstante, los síntomas más evidentes del trastorno bipolar en los niños son:
- Alteraciones marcadas del estado de ánimo. Los síntomas propios de la manía, ladepresión y la irritabilidad suelen mezclarse en estos niños y se convierten en la norma, mientras que en sus coetáneos esas variaciones del estado de ánimo son menos frecuentes. De hecho, es posible que en cuestión de horas o días el pequeño pase de estar irritable y eufórico a mostrarse deprimido y triste. También es usual que transcurra por periodos en los que pierde la energía y el entusiasmo, en esas fases prácticamente nada despierta su interés, ni siquiera las actividades que antes disfrutaba. Además, son comunes las rabietas prolongadas, seguidas por episodios de gran euforia e irritabilidad y precedidas por el abandono del juego o la negación a hacer los deberes escolares.
- Conducta ansiosa. La mayoría de los niños con trastorno bipolar manifiestan signos de ansiedad, que pueden ir desde una mayor tensión a un nivel de vigilancia muy acentuado. Se trata de un estado en el que el niño es incapaz de controlar su comportamiento por lo que suele dormir menos, se muestra distraído y cambia con facilidad de una actividad a otra. En los niños más pequeños suele aparecer la ansiedad de separación, sobre todo cuando predominan los signos depresivos.
- Problemas conductuales. Otra de las peculiaridades del trastorno bipolar en la niñez es el comportamiento maníaco, que muchas veces ocasiona problemas. Es común que el niño se muestre rebelde y negativo, que desafíe a los adultos e incumpla las órdenes. En muchos casos la hiperactividad y los episodios de agitación se convierten en sus rasgos más característicos por lo que el niño suele poner en práctica comportamientos de riesgo.
- Alteraciones cognitivas. A menudo el trastorno bipolar provoca un pensamiento acelerado, lo que ocasiona que entre el 46 y 66% de los niños tengan fuga de ideas. Este problema hace que cerca del 69 y 90% de quienes padecen este trastorno sientan una gran presión al hablar que puede llegar a obstaculizar su desarrollo lingüístico. También se conoce que entre el 24 y 62% de los casos llegan a tener alucinaciones y delirios.
- Trastornos psicofisiológicos. Con los cambios bruscos en el estado de ánimo también llegan síntomas de índole psicofisiológica. Los más comunes se relacionan con las alteraciones del sueño ya que el niño no experimenta la necesidad de dormir. No obstante, también son frecuentes los problemas de apetito, que muchas veces conducen a una pérdida notable de peso. Ocasionalmente puede aparecer la enuresis, que puede ser permanente o asociada solo a la fase maníaca.
20 mar 2015
28 feb 2015
Estimulacion temprana
ESTIMULACIÓN TEMPRANA Y DESARROLLO INFANTIL |
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22 feb 2015
Destete Respetuso
a 12 meses
Destete Respetuoso
Muchas madres deciden destetar a su hijo/a pasado un periodo que han estimado como conveniente para ello. La Organización Mundial de la Salud recomienda dar leche materna a los niños/as de manera exclusiva (sin otros alimentos, jugos o agua) hasta los 6 meses, a libre demanda y libre disposición (por el tiempo y en la frecuencia que lo soliciten), y mantener la lactancia complementada con otros alimentos hasta al menos los dos años de edad.
Algunas mujeres deciden destetar a sus hijos/as antes de ese periodo recomendado, otras pasado ese tiempo y otras deciden esperar un destete espontáneo o natural, lo que suele suceder entre los 2 y los 4 años … como sea, tarde o temprano todo niño o niña en el mundo es destetado.
Es importante destacar que no hay ningún motivo médico, nutricional o psicológico por el que haya que destetar obligatoriamente a una determinada edad. Un segundo embarazo tampoco es razón para acelerar el destete, algunos niños/as espontáneamente se destetan cuando su madre se embaraza dado que la leche cambia un poco su sabor, otros siguen mamando y si la madre lo permite, ello no provoca problema alguno en la disponibilidad de leche para el niño/a por nacer, de hecho asegura que al nacer el nuevo niño/a tendrá muchísima leche disponible, el cuerpo se adapta a los requerimientos de leche de ambos hijos/as y mantener la lactancia para ambos hijos/as (a esto se denomina amamantar en Tándem) puede facilitar la aceptación de la llegada del hermano o hermana.
Siempre que este proceso se da por decisión del adulto y no del niño/a (de manera espontánea) implica un proceso complejo de adaptación emocional y física, tanto para la madre como el niño o niña. Por ello, si has decidido destetar a tu hijo o hija, te entregamos algunas recomendaciones para que puedas velar porque sea un proceso respetuoso para ambos.
1. Es fundamental que tú decidas si quieres realmente terminar con la lactancia o no, ya que si quisieras continuar con la lactancia, puedes hacerlo. Solo ustedes, como familia, deben decidir hasta cuando amamantar. La OMS la recomienda hasta los 2 años y más, pero debes escoger tú el momento y forma que creas más adecuada para ustedes.
2. Cuando decidas destetar, programa que sea un destete con tiempo (por ejemplo, en un mes) y respetando las necesidades alimenticias y emocionales de tu hija o hijo y de tu cuerpo.
3. Lo primero es dejar de ofrecer el pecho (no es lo mismo que dejar de dar).
4. El destete respetuoso es un proceso, por ello poco a poco, espacia las tomas y cámbialas por un juego o por otras comidas. Intenta ofrecer estas “alternativas” antes de que tu hijo o hija pida de mamar, para evitar el conflicto.
5. Cuando tu hija/o te pida de mamar, dale un poco y luego invítale a hacer otra cosa, recuerda que no sólo se alimenta con tu leche, también es un espacio de mucho contacto y cariño, por lo que deberás reemplazarlo por muchos abrazos y acurruques también.
6. La lactancia no puede ser la solución a todos los problemas que tu hijo o hija enfrenta, por ello es importante que generes nuevas estrategias para dar consuelo y cariño previas a iniciar el destete.
7. Cuando el/la niño/a ya come 2 comidas, pueden ser suficientes unas 3-4 mamadas. Cada niño/niña es distinto(a), con calor o malestar es normal que pidan más.
8. Si tu hijo o hija se enferma y pide nuevamente mamar, o si la situación le altera demasiado, tómalo con calma, dale nuevamente pecho y después de unos días comienza otra vez a intentarlo, no hay apuro.
9. Respeta sus tiempos y los tuyos. Recuerda que no hay manera en que le haga daño seguir tomando tu leche, y que en un poco de tiempo más o menos, se destetará igual, pero vale la pena hacerlo de a poco.
10. Si quieres hacer un destete parcial también es una buena alternativa, por ejemplo, puedes dejar de darle durante el día y mantener una toma antes de dormir; es una excelente manera de que se relaje y duerma más fácil y mejor. Además ambos regalonean y tu leche sigue alimentándola y aportando defensas.
11. Si notas que tus pechos se congestionan, sácate un poco de leche para evitar una mastitis y poco a poco, tu cuerpo producirá menos. No hagas una extracción completa eso provocaría aún más producción de leche.
12. Es muy importante que el padre también participe de este proceso. La decisión es de los 3 y deben apoyarse. Si no hay acuerdo, el niño o la niña queda en el medio de la conversación y puede generar inseguridad adicional en el proceso del destete. El padre puede ser un gran apoyo en ofrecer consuelo y cariño alternativo al que entregaba la madre durante la lactancia.
13. Por último, ten en cuenta que son cambios muy importantes para tu hijo/a, por lo que, en lo posible, evita juntarlo con otros cambios significativos. Por ejemplo, si tu hijo/a se acaba de incorporar a la sala cuna, tú acabas de volver a trabajar, nació un hermanito, una mudanza, etc. Es mejor esperar a que esté bien adaptado a un cambio antes de comenzar el destete.
Te invitamos a leer esta interesante columna para profundizar acerca de este tema.
Si tienes más dudas, puedes pedir orientación gratuita desde cualquier teléfono a Fonoinfancia 800 200 818, donde un grupo de psicólogos podrá darle mayor orientación.
Recomendaciones revisadas por Dra. Verónica Valdés. Pediatra experta en Lactancia Materna UC. Consejera de UNICEF en temas de lactancia.
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